Te genera muchísima alegría cuando un amigo tiene un detalle contigo, sobretodo si este nace 100% de manera espontánea. Simplemente un amigo pensó en ti, pensó en alguna necesidad que tenías y que por alguna u otra razón no satisfacías, y decide él mismo satisfacerla. Así, de la nada, del puro gusto de dar y compartir, de hacer vida. Justamente por esto es hermoso dar, porque uno se siente pleno, satisfecho, vivo. Pero también recibir -a menos que uno tenga o bien, un serio problema de soberbia o una autoestima increíblemente baja- es súper agradable. Claramente también te sientes muy contento, muy pleno? sobretodo porque te sientes muy rico. No tanto por el detalle o el regalo, sino porque sabes que cuentas con un amigo. El detalle puede ser desde una sonrisa o una amabilidad que te desagobie de alguna faena cansada y aburrida. También puede ser un regalo más concreto y físico. Cualquier cosa dada y recibida así, sin más protocolo que el gusto de compartir y ver a tu amigo contento es motivo de celebración. La amistad existe, y yo lo considero un tipo de amor. Y por ello y sin duda, es algo que hay que celebrar como lo más intenso y positivo que uno puede encontrarse por su paso por esta vida.
Ayer Javier -djleon- , así como lo describimos, me regaló un celular activado y con crédito (incluso con la batería ya cargada todo un día). Yo había dejado este asunto del celular a un lado durante mucho tiempo. Pero claro que me hacía falta, con una esposa y una hija de las que soy responsable, seguro que necesito estar 100% comunicado a toda hora. No sólo eso, sino también a nivel profesional cada vez era mucho más indispensable un instrumento de comunicación como ese.
Muchas gracias, Javier. Pero sobretodo gracias por ser un amigo y saber serlo de la mejor manera.